Tú eres el culpable de todo ello,de todo lo que siento. Tú eres el culpable de que mi deseo constante sea tenerte a mi lado a todas horas, para abrazarte cada minuto y besarte cada milésima de segundo. Pero es inevitable, porque te querría aunque te saliera fuego por la boca, aunque te volvieras borde y pesado, aunque hicieras cosas que jamás nadie perdonaría.
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