Somos jóvenes, supuestamente debemos emborracharnos, tenemos que saltarnos las normas, portarnos mal y follar hasta perder la cabeza. Estamos programados para irnos de fiesta y montar un escándalo, es así. Tenemos derecho de enamorarnos de algún cantante y gritar como una loca al escucharle. Todos tenemos derecho a irritarnos, criticar, verte gorda, aunque todos sabemos que valemos más que esos simples números. Sí, algunos pueden llegar al punto de tener una sobredosis o se volverán locos, pero Darwin dijo que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos, y de eso se trata. Somos un desastre, yo soy un desastre y pretendo seguir siéndolo hasta los veintitantos, y mataría a cualquier persona qe quiera quitarme eso.